Historias de guardarropa: Nathalie Puex
La historia de este closet comienza en 1976. Cuando una de las talleristas de Chanel decide enseñarle a coser a la mamá de Nathalie Puex. Las bases del estilo de esta Doctora en antropología social, recibida en la Université Sorbonne Nouvelle de París, son los colores, las texturas, los comienzos del diseño de autor en Argentina, ítems únicos de contadas marcas comerciales, exquisitas piezas de diseñadores internacionales y otras tantas vintage. Una vida y muchas historias más allá del fondo del placard.
“Mi mamá cosía. No era costurera, pero ella aprendió a coser”, comparte Nathalie ni bien comienzo a grabar. Toda la ropa que veía en las revistas se la hacía para ella y para sus hijas. Sin embargo, de las cuatro niñas, Nathalie es la más apasionada por la moda. Será por eso que fue la elegida para heredar la chaqueta de tweed que ilustra esta nota y que, junto a la poética Juliana García Bello, se traen algo entre manos, aunque no pude averiguar mucho más. Habrá que esperar.
El padre de Nathalie era diplomático. Por eso, el pasaporte familiar coleccionaba sellos de todo el mundo. “Cuando volvimos de África tuvimos que reconstruir nuestro placard con ropa heredada de nuestras tías alemanas, que tenían la costumbre de rehacer su guardarropa todos los años. Aunque la mayoría no era de nuestro gusto, reinventamos mucho.”
La Nathalie en edad escolar y en Francia, iba como quería y con lo que le gustaba: desde un vestido amarillo a un sombrero con una pluma muy tirol. A pesar de que en los ´90, los franceses no salían del azul marino, la camisa liberty y la remera blanca; Nathalie sobresalía por vestir colores, sin importarle demasiado la mirada del otro.
A medida que fue creciendo, dar con pilchas coloridas (en Francia) se le fue complicando cada vez más (sólo destaca las que encontraba en el fabuloso vintage de Nica Jacob). Así fue que comenzó a ver con buenos ojos la industria de la moda inglesa: “Me encantaba Alexander Mc Queen y con Helmut Lang sacrifiqué muchos ahorros, pero sus depuradas líneas y excelente calidad ¡lo valían!”
Nathalie se juró nunca trabajar en Mc Donalds y lo consiguió. Su primer trabajo fue como asistente de compras para uno de los locales más importantes del grupo LVMH. De esta manera pudo ver (y recorrer) la trastienda de cómo se vendían las cosas, la calidad (y la mala calidad muchas veces) de los productos de alta gama. Inclusive la muy buena calidad de los productos que se vendían por fuera de los circuitos. “Los mismos encargados de los talleres me recomendaban a dónde ir a comprar” Porque con plusvalía de cuatro dígitos y ordinarios prêt-à-porter; Nathalie aprendió a valorar los productos por su confección antes que por su marca. Elegía y seleccionaba.
Nathalie en Argentina
Aterrizó en 1997 y la moda argentina, de ese entonces, la dejó en shock. “Todo era muy convencional y nada me entraba por mi contextura física. Paula algo tenía, Cher estaba recién empezando, Jazmín tenía cosas lindas, pero de mala calidad para mi gusto. No encontré nada interesante desde mi perspectiva. Así fue como mis looks los resolví viajando (como estudiante los pasajes eran muy económicos), sumado a que siempre fui muy cuidadosa, ¡la ropa me duraba años!”
“Fui una de las primeras clientas de Mishka, cuando Mishka era Mishka porque desde que Marcelo Cantón la vendió a Prüne la calidad es otra cosa. Pigalle tenía sólo una bota verde, el resto de los zapatos eran negros y marrones. ¡Yo me la compré! Era una bota muy cómoda y me animé a combinarla con muchos colores. Varias de mis amigas, que vieron cómo las combinaba, fueron a comprársela y el modelo se agotó”, confesó entre risas.
¿Qué diseñadores entraron a tu guardarropa?
Cora Groppo, Nadine Zlotogora, Jazmín Chebar (“Jazmín tiene un interesante manejo del color y la estampa porque ella reflexiona sobre el producto. Sin embargo tenés que pensar mucho antes de gastar ese dinero”), Luz Ballesteros, MAI Baires y MOEBIUS (tejidos), Pablo Ramírez, Natacha Morales (“tengo pocas cosas, todas muy lindas y prolijas, listas para usar”), Vanesa Krongold y Cosecha Vintage (“me compré un saco de arpillera”).
También por sus perchas cuelgan prendas de Complot, Ver y Zara. A María Cher le reconoce haber pensando, muy tempranamente, en formas y volúmenes. “No me gusta todo, pero tengo varias piezas de ella. Por ejemplo este mono rojo (que también lo tengo en negro”.
En materia de zapatos tiene muchos modelos de Jessica Kessel porque es del barrio. Con Sylvie Geronimi tuvo una mala experiencia con un modelo y está esperando solucionarlo porque lo compró en plena pandemia.
De la colección solidaria y colaborativa con nuestros pueblos originarios, que fomentó las técnicas artesanales ancestrales y sustentabilidad socioambiental, adquirió el modelo en chaguar a cargo de Catalacanna (Pasos en red)
Gusta de las joyas textiles, como las que diseña Carla Busularo, y está en contacto con el colectivo de joyeras de Chile. Mientras que para vestir su cabeza tiene varios turbantes de Josefa Bohemia.
“Tengo prendas” loca” como por ejemplo un traje que me hizo Vanesa Krongold. Lo pagué caro, hace 3 años (casi 40 mil pesos). Era su pieza más cara y la estoy usando. Es de las más originales de mi placard. Se pasa de originalidad”
Los circuitos de compra de Puex
Va sola de compras, pero no por guardarse el dato, sino porque le gusta disfrutar de la experiencia: pensar con qué combinarlo, cuántas veces lo va a usar. Ella lo dice y mi vista lo confirma, tiene mucha ropa. Por lo tanto, no tiene la necesidad (urgente) de comprarse algo nuevo cada vez que sale. De tanto en tanto revisa lo que tiene y cómo lo usa. Pasados tres años, lo que no eligió vestir lo dona a una iglesia o se lo regala a algunas de sus amigas.
Para Nathalie, una prenda es cara cuando cuesta más de 20 mil pesos. Valor que no depende del tipo de prenda, sino de la cantidad de veces que vaya a usarla.
Nathalie Puex estudió Ciencias Políticas y se especializó en economía. Su tesis de doctorado fue en Antropología y como también decidió especializarse en la materia, ésta última tesis fue sobre el Endeudamiento popular, consumo doméstico. La misma le permitió conocer más sobre las ferias y entrar en Flacso Argentina, ** desde 2009, es la directora del Laboratorio de antropología aplicada y políticas públicas, del área de antropología.
“En Flacso se trabajan mucho las cuestiones de políticas públicas, yo me enfoqué más en lo ambiental, siendo la industria textil una de las más contaminantes. Quise hacer un recorrido sobre las diferentes innovaciones que existen en Argentina y cómo la gente encuentra soluciones a la hora de vestirse sin gastar ni consumir demasiado (Economía Circular) SPOILER ALERT! La onda vintage en Argentina tiene mucho que ver con el empobrecimiento, una necesidad de vestirse más económico antes que una estética declarada. ¿Qué se entiende por vintage? El concepto varía de acuerdo a dónde se vende”
Gracias Nathalie por recibirme. En instagram la encuentran como @nathaliepuex
Imágenes Vestite con Estilo
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