Textiles sustentables: qué dicen las etiquetas de tu ropa
Los que me siguen desde Cemento (chiste), seguramente a esta altura, ya realizaron el ejercicio de preguntarse, previo a salir de compras, si realmente necesitan tal o cual artículo. A quienes llegaron a la conclusión de que su prenda tiene que ser nueva, la primera consigna es orientar la compra hacia aquellas fibras con menor impacto para el planeta, para quienes las produzcan y para aquellos que las vistan. De eso trata el post de hoy: textiles sustentables.
Imaginemos, por un segundo, que estamos entrando a nuestro local de ropa de favorito. Nos dirigimos al perchero de las camisas. Necesitamos una blanca y tiene que ser nueva. Tomamos una, la observamos de lado a lado. Tocamos su tela. ¿Cómo se siente? ¿Suave? ¿Rígida? ¿Fría? ¿Liviana? ¿Tiene caída? Buscamos asistencia, pero no la encontramos. Por lo tanto, decimos revisar su etiqueta interna, para ver su composición: 100% algodón.
Algodón tradicional | Algodón orgánico
El 95% de la producción mundial de algodón no se cultiva en forma sostenible. Emplea pesticidas desarrollados por el hombre, los mismos que además de contaminar el agua dañan la salud de los trabajadores agrícolas. Por lo tanto, una alternativa más amigable sería consumir algodón pima, originario de Perú. Este tejido, gracias a las excelentes condiciones naturales de los campos de cultivo ubicados en el norte de ese país, es cosechado a mano, proceso que no daña la fibra y reduce la huella de carbono.
El algodón orgánico, en cambio, no utiliza insecticidas, pesticidas ni fertilizantes químicos, se favorecen los ciclos naturales de la tierra y no se usan sustancias tóxicas en los procesos de hilado y producción. Del 100% de las fibras utilizadas en el mundo, el 23% es algodón y sólo el 1% es orgánico. Su producción es 4 veces más costosa que la del algodón tradicional porque necesita una desmontadora limpia de agroquímicos ya que, de usarse la misma, se arruinaría la materia.
Advertencia El algodón se oxida naturalmente a la luz solar, por lo tanto y como tip de guardado te propongo hacerlo en lugares lúgubres.
La ropa interior de algodón orgánico pertenece a la marca @bor.organico
Volvamos al perchero. ¿Qué más vemos? Otra camisa. Sólo que la tela de ésta se siente muy diferente a la anterior. Es suave. Parece terciopelo, pero aunque estamos seguras de que no lo es, no logramos descubrir cuál es su composición. Damos vuelta la etiqueta, dice tencel.
Fibras artificiales
El tencel es una fibra artificial proveniente de la celulosa de la pulpa de la madera de eucalipto. Se llega a ella es a través de un proceso químico (costoso) que convierte la fibra en hilo. Un hilo de larga duración, excelente capacidad de absorción, flexible, que retiene muy bien el color y además es transpirable y anti bacteriano.
Tencel es el nombre comercial registrado por la compañía Lenzing para las fibras lyocell. Nace como alternativa a la viscosa, necesita un 20% menos de agua y es biodegradable. Se utiliza para la fabricación de ropa en general (como por ejemplo deportiva, en mezcla con otras fibras) y del sector sanitario en particular.
Continuemos. Justo en la percha de al lado, alcanzamos a ver una camisa de seda. Se nos van los ojos. Necesitamos tocarla, probarla, sentirla.
Fibra natural de origen animal
La seda es un filamento natural muy fino, continuo, sólido y liso. Dentro de sus propiedades se destaca su buena tenacidad; aunque al humedecerse pierde resistencia y se daña ante el sudor por lo que hay que extremar los cuidados a la hora de lavarla. Lo mejor es recurrir al lavado en seco, acción que demanda un gasto extra y que, como buenos consumidores responsables, debemos tomar nota.
Las botas son de @numero52.shop una marca que realiza calzado y bolsos con cuero de ananá y cactus
Fibra natural de origen vegetal
Estamos llegando casi al final del perchero, vemos lino. ¿Será lino? Dudamos por un minuto porque cada vez es más frecuente encontrar propuestas en mezcla con fibras sintéticas o inclusive tratadas con productos químicos para evitar las arrugas. El auténtico lino se arruga y mucho. Por lo tanto, donde no veas arrugas ¡dudá!
Cuando pensábamos que habíamos terminado con la de lino, se nos aparece de repente una camisa blanca más. De ésta nos llama la atención su precio, es considerablemente más bajo que todas las anteriores. ¿A ver de qué tela es? 100% poliéster
Las fibras sintéticas se obtienen a partir de diversos productos derivados del petróleo. Son tan resistentes a la tracción, el desgarro y el desgaste que su tiempo de biodegradación es de 100 años. Algunas pican, otras irritan, sólo logran ser confortables cuando se mezclan con fibras naturales.
A diferencia de la seda, todo lo que sea poliéster se lava bien a máquina; y es durante el lavado cuando sus microfibras sintéticas son liberadas al agua y de ahí a las cañerías, el rio y luego al mar. 1700 millones de toneladas de microfibras acaban, al año, en los océanos. El 52% de las fibras textiles que se consumen en el mundo son sintéticas, sólo el 14% del poliéster es reciclado y aunque sigue teniendo el mismo efecto residual, plantea un segundo uso a las botellas plásticas desechadas (posconsumo).
Aunque ninguna fibra natural, orgánica, artificial o sintética con menor impacto, sean la solución al grave problema de la contaminación ambiental, por lo menos volvemos a tomar consciencia del impacto que éstas tienen en el ciclo de vida del producto.
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