La camisa blanca de los premios Oscars

Todas tenemos (o por lo menos deberíamos tener) una camisa blanca en el placard. Un ítem capaz de salvarnos el día, y después de ver la edición 94° de los Oscars ¡la noche también!

En la nueva era de la comodidad, algunos diseñadores prefirieron centrarse en el deseo continuo del consumidor de vestirse con facilidad. De esta manera, sus colecciones giran en torno a la comodidad y practicidad, con prendas que ofrecen múltiples opciones de uso a los fines de poder justificar el gasto.

La camisa blanca es uno de los primeros artículos en la lista de básicos del vestidor. Cuesta mucho dar con la indicada porque cada estilo la define de acuerdo a sus características. Algunos la prefieren al cuerpo o con sugerentes transparencias, otros la compran de acuerdo a la tela, suelta y holgada; y están los que ¡cuánto más clásica mejor! También están las que la pretenden con cuellos dramáticos, bien en pico (un tanto agresivos para mi gusto) y las que las deciden tenerlas con delicados volados, calados, hasta con algún que otro bordado.

Durante las camisas blancas de la entrega de premios de la Academia destaco tres: la de Uma Thurman, una actualización clásica y discreta si la comparo con la que llevó desenfada en Pulp Fiction; la de Zendaya chiquitita – chiquitita; y la de Kristen Stewart con los botones de adorno y en compañía de un short muy cortito.  

Uma Thurman,  increíblemente chic de Bottega Veneta, la lleva de seda blanca holgada y en compañía de una falda larga hasta el suelo, en clásico negro (eso sí, tenía algunos detalles que no se si eran de la tela o falta de plancha)

Zendaya sabe lucir muy bien un ab-baring Valentino de dos piezas-. Su  camisa era de seda marfil recortada con las mangas sobre los codos para darle protagonismo a las extravagantes pulseras Bulgari.

Kristen Stewart, fiel a la marca que paga sus cuentas a fin de mes, eligió un traje corto personalizado de Chanel, su visión del occasionwear con una blusa en crepe de soir que dejó desabrochada a drede porque ella sabe como ser rebelde.

La camisa blanca es una prenda clásica se realza a través del estilismo (faldas largas 2 – short 1) para adoptar una actitud dinámica y con onda. De las versiones extragrandes todavía quedan algunas, los tiempos de crisis obligan a aprovechar mejor el rollo, sin margen para el error.

Fotos: Getty Images.