Harry Styles: Bring the sexy back

Por Margarita Segundo redactora, escritora creativa y groupie de la moda.

No es noticia que en los últimos años se dieron grandes saltos en la indumentaria masculina. En todas partes del mundo se está dando un proceso de ¿des acartonamiento? de la ropa de hombres. Colores, morfologías y textiles traen nuevas posibilidades de uso. Las prendas se resignifican, y lo que antes estaba prohibido hoy es un signo identitario.

Harry Styles, quien ganó un Grammy como Mejor interpretación Vocal Pop Solitas por su tema Watermelon Sugar, construyó su carrera alrededor de esa nueva masculinidad. Su presentación en vivo en la entrega de premios es probablemente uno de los puntos más altos de esos guiños.

Su alianza con Gucci y los vestuario diseñados por Harris Reed lo acompañan hace tiempo en giras, eventos y editoriales. Desde esa mesa chica crearon outfits con diferentes referencias y estilos combinados siguiendo una línea de género fluido.

Sin embargo, el traje confeccionado para los premios Grammys por Gucci trae a escena una larga tradición de masculinidades en la música que tienen como eje la seducción. Vestido con una chaqueta y pantalón de cuero negros y una boa de plumas verde, Harry levanta el guante de la estética del rock para hacerla propia.

Y es en el rock donde encontramos los exponentes más fuertes y las referencias directas de Harry. La campera-saco abierta sin remera, las botas con taco, la boa, el cuero negro… todas marcas icónicas de frontmans que supieron jugar con su look y sex appeal para darle a sus canciones una impronta diferente.

¿Acaso no era eso lo que intentaban unos jovencísimo Robert Plant (Led Zeppelin) y Roger Daltrey (The Who) en el escenario? Y me quedo corta con la lista: mostrar el pecho y sacudir el pelo largo está en el ABC de cualquier cantante. Otros que sabían de la importancia de un buen corte: desde los Beatles hasta hoy, los zapatos con taco en la música son cosas de hombre. Sino, pregúntenle a Kiss o a Elton John que piensan del tema.

Richie Blackmore of Rainbow performs at Madison Square Garden on March 19 1984 in New York City, New York. 

Podemos contar varias boas de plumas en el pop, pero no podríamos entender la existencia del glam rock y de los 80’s donde múltiples bandas dijeron “más es más” y el sexo es parte del combo a vender. El coqueteo con lo ambiguo era parte del código y el humor pícaro un escape. Los videos de Van Halen con las calzas y las morisquetas de David Lee Roth son la vía para entenderlo.

¿Y el cuero negro? ¿Hay algo más rock que los pantalones de cuero? Apenas Styles se quita las plumas verdes, la imagen que queda en el escenario es digna de cualquier banda de metal. Judas Priest, Megadeth, Black Sabbath, Deep Purple son algunos de los nombres que se me vinieron a la cabeza.

Como decía, Harry mezcla universos y los hace propios. Su propuesta de masculinidad es sensual, divertida, y relajada. Es un cantante que baila a la par de las coristas y se ríe. No por nada a quien más recuerda es a Mick Jagger. Hay algo teatral en él y en su forma de moverse. La utilización del color, las estampas, y esas imágenes oníricas que construye en sus videos bien podrían ser parte de un show de los comienzos de Génesis.

Por eso cuando hablamos de género fluido y moda, está bueno también hacer el ejercicio de mirar para atrás y entenderlo dentro del mundillo de masculinidades que circulan: en el pasado, en el presente y el futuro. Porque en tiempos donde estamos repensando las identidades y las formas de representación, contextualizar un show, un artista y porque no, una entrega de premios, puede servir para abrir preguntas y que el diálogo se profundice.

Bonus track: En una entrevista que le hicieron hace unos años a Pedro Aznar, contó cómo fue la experiencia de grabar un tema con Sandro y Charly García para el CD Tango 4. Cuenta que Sandro llegó al estudio con unas botas llamativas con taco alto. Antes de entrar a la sala se da vuelta y le dice con su voz gruesa: “para cantar rocanrol hay que hacerlo en tacos”. Si me preguntan a mí: siempre del lado “Sandro” de la vida.

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Imágenes: Larry Marano/Getty Images