Estilo Netflix: The Story of Lady Di
Decidí agregar a mi lista de estilo Netfix todos los documentales, series y programas de moda (y sus derivados). Gracias a su algoritmo la tarea fue sencilla, porque si te gustó…
Franca: Chaos and Creation me interesó por la historia de la editora de moda de Vogue Italia, aunque la preferí más por el vínculo que tienen madre e hijo. El tiempo entre costuras por la resiliencia de Sira Quiroga, el personaje principal que interpreta Adriana Ugarte. The Story of Lady Di porque a 20 años de su muerte, encuentro una conexión interesante entre la princesa de corazones y los que se creen “princesas” por compartir sus looks del día en redes. Di supo atraer a la prensa a lugares dónde pudiera transmitir un mensaje positivo. No lo hizo por el canje, no fue por las cremas, lo hizo porque se involucraba con el sufrimiento ajeno que fue el suyo, en ese no encajar con la Realeza.
En vísperas de un nuevo día de la mujer y con un paro de mujeres en agenda, su documental deja ver a una mujer rebelde, pícara, caritativa, valiente, una madre dedicada y a un inolvidable ícono de estilo.
Nació con rebeldía, porque a los seis años su madre la abandonó y ella encontró refugio en el ballet. La danza como liberación femenina fue su gran escape. En 2016, los bodies de jersey de algodón elastizado se pusieron de moda y varias marcas, comercialicen lencería o no, los adoptaron como complemento al denim de cintura alta. Los de escote en V y espaldas bajas aportaron un aire sexy a la vanguardia. “Ya no es posible analizar las tendencias pensando solo en moda”, dijo Flor Mangini en una entrevista para La Nación Moda & Belleza que salió publicada el sábado 3 de Marzo. Coincido.
Diana supo ser pícara y magnética ante las cámaras. Gesto que le dio más popularidad que a su marido y que la posicionó con más valores que él. De ahí que en un intento “desesperado” por correrla de su eje, el príncipe pone en evidencia que estaba “rellenita” al tomarla por la cintura. Entonces aquello que ella no pudo decir en su momento derivó en una serie de atracones, pistas claves de la infelicidad que vivía. El poder y el peso de las palabras para unos y para otros hicieron que Lady Di decidiera divorciarse y comenzar así su juego con el sistema británico. Otra mujer, que no fuera la Reina, tenía más atención que cualquier ministro, pero sus gestos no era vanidosos sino todo lo contrario, eran caritativos y nobles, capaces de sentar precedentes.
Su valentía y dedicación de madre van de la mano porque sin la más mínima intensión de repetir su historia familiar, decide cuidar a sus hijos, sin niñeras como intermediarias. Desde pequeños los involucró en causas comunitarias y les inculcó fuerza y entereza para afrontar la vida. Lady Di tomó la decisión de dejar su trabajo en una guardería, porque siempre supo que le esperaban grandes cosas, una de ellas, la más importante, formar una familia. Es muy fácil unir los puntos entre William, Harry y su madre.
Lo de ser ícono de estilo empezó desde pequeña cuando posaba para las cámaras familiares con la ropa de su hermana mayor, toda una vanguardista del oversized. Cuando se casó tenía 19 años y su vestido era de cuento. El tafetán que la vistió tiene la propiedad de arrugarse tanto como se comprime una mariposa cuando se desprende de su capullo. Esta interpretación no es mía sino de la diseñadora del vestido, Elizabeth Emanuel que tuvo que comprar dos colores de tela distintos para que no se filtrara cuál iba a ser el color que llevara el vestido original.
Maduró de repente y tuvo su momento de cenicienta. El traje de compromiso, su anillo y corte de pelo fueron sensación.
En el castillo de Balmoral, recién casada, viste una bomber jacket de cuadros de biblioteca.
Junto a John Travolta bailando Fiebre de Sábado por la noche.
Luego de la separación, luce radiante para la prensa.
“Diana, la cazadora, se convirtió en la presa cazada”, dijo el hermano menor de Lady Di, Earl Spencer, en la abadía de Westminster ante miles de personas, muchos de ellos entre 20 y 40 años, bautizados como la generación de la princesa.
Imágenes: Vozpópuli | Toronto Star | Quien.com | Hola.com
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